Como si de una historia se tratara…te surge una idea, empiezas a darle vueltas en la cabeza y apuntas todo en una libreta a modo de lluvia de ideas. Así comienza todo. Escribir un guion literario empieza por darle forma a una narrativa desde cero para ser contada a través de imágenes y sonidos, es decir, es el primer paso para llevar a cabo una película.
Es una forma de expresión artística que va más allá de unos diálogos, escenas y estructuras. Para que un guion destaque y deje una impresión duradera en el espectador, es imprescindible el uso de técnicas que despierten emociones, sorprendan y mantengan a la audiencia atenta a lo largo de toda la narrativa. En este post te explicaremos algunas de estas técnicas para saber cómo hacer un guion literario impactante.
En la historia del cine podemos destacar un claro ejemplo de un guion literario que surgió de una idea que finalmente se convirtió en gran éxito. Hablamos de PIXAR. Inicialmente una empresa dedicada al diseño de un hardware y software que permitió la renderización de las imágenes llamado PIXAR y fundado por John Lasseter y Ed Catmull. Debido a su fracaso inicial, decidieron crear un corto basado en la tecnología que estaban desarrollando y terminó nominado a los premios Óscar como “mejor corto animado” y convirtiéndose en lo que es hoy, una gran compañía.
Fundamentos esenciales: Primeros pasos en tu guion literario
Lo primero de todo, para entender cómo hacer un guion literario, tenemos que saber de qué va a ir la historia. Acompañándonos de la creación de un título provisional que nos ayude como punto de partida y realizar un brainstorming que nos permita tener clara la idea principal y evitar así confusiones durante el proceso.
Antes de ponernos a elaborar el guion literario es importante que tengamos un esquema a modo de storyline en el que escribamos un pequeño argumento de la historia. Con ello, debemos crear un conflicto. Cualquier guion de cine o teatro debe contener una trama en la que se desenvuelven los personajes, de forma que nos permita definir quién es cada uno de ellos, quiénes serán los protagonistas, el objetivo final de la narrativa, etc. Tenerlo bien planteado nos puede servir de punto de partida para crear el resto de la historia, ya que es una forma de marcar el camino.
Creando personajes inolvidables en tu guion
¿Tenemos ya planteado el punto de partida? Llegados a este punto, es la hora de dar vida a los personajes, algo que parece sencillo, pero requiere de un trabajo previo más complejo. Para su creación podemos fijarnos en nuestro entorno y, además, establecer un tiempo y espacio para conocer el contexto en el que se desarrollarán.
Los personajes, sin duda, es lo más importante, porque son los que van a dar sentido a la historia. Estos van a tener unos deseos que serán el punto de partida de las tramas, que sufrirán por su toma de decisiones y las circunstancias en las que se tendrán que desenvolver para conseguir sus objetivos.
En un primer momento, para realizar el esbozo de los personajes podemos asignarles un color a cada uno de ellos que nos ayudará a encontrar su personalidad y su destino. Responder estas preguntas nos permitirán definir el personaje:
- Quién es el personaje.
- Qué quiere.
- Qué hace para conseguirlo.
- Cómo acaba.
Todas las ideas son bienvenidas y nos servirán para establecer cada paso por el que irá pasando. Si para alguno de ellos no tenemos claro su propósito, no pasa nada, puede que no tenga un objetivo, pero siempre tendrá un deseo.
A partir de su definición es la hora de crear la historia de cada uno de ellos, estableciendo situaciones en las que aparecerán nuevos personajes e incluso se producirá una mezcla entre unas historias y otras.
El arte de los diálogos: Hablando con autenticidad
Una vez definidos todos los personajes, tenemos, en gran medida, creada la historia. Esto es porque tendremos establecida la trama, los objetivos de cada uno de ellos y el final, solo nos queda crear los enlaces que den forma a la narrativa.
Comenzamos por escribir un primer borrador de los diálogos señalando dónde se desarrollará cada una de ellas, si es en interior o exterior y si se producirá de día o de noche.
La voz de los personajes es un aspecto que nos ayudará a definir cada uno y no confundir lo que dice y cómo lo dice un personaje u otro.
Definimos dónde se encuentra el personaje para posteriormente escribir el contexto de la situación y el diálogo. Como decíamos, es un primer borrador, por lo tanto, no pasa nada si al principio no quedamos conforme con lo que estamos escribiendo. Incluso en ocasiones veremos que todos los personajes nos suenan parecido.
Un buen consejo, una vez terminado este, es dejar pasar unos días para no tenerlo tan reciente. Tomar distancia con este servirá para que posteriormente podamos ver las cosas que funcionan y cuáles no. De forma que cuando volvamos a reescribir el guion veremos a primera vista los aspectos que no nos encajen y que reconstruiremos.
La autenticidad de ellos es muy importante para que queden claros los propósitos de cada situación. En ocasiones tendremos que dar varias vueltas hasta que quede bien estructurado. Establecer unos objetivos nos ayudará a que queden naturales y espontáneos, a tener claro el propósito.
Estructura narrativa: Construyendo tu historia paso a paso
Otro de los aspectos que debemos tener en cuenta pasa por tener clara la estructura narrativa del guion literario que nos permita definir el esqueleto de la narración.
Hay diferentes formas de estructurar la historia, pero la más conocida y utilizada es aquella que está orientada en largometrajes: planteamiento, confrontación y resolución.
El planteamiento es la presentación de toda la historia en el que se definirán a todos los personajes y se establece quién es el personaje principal y el contexto en el que se desarrollará todo. El objetivo es crear la atmósfera y el principio de los sucesos para adentrar al espectador en la historia.
La confrontación, en la que una vez definida la figura de cada uno se establecen las relaciones entre ellos. Al igual que la consecución del objetivo principal por parte del protagonista, el cual, repetidas veces a lo largo de la narrativa, este propósito se verá interrumpido por multitud de conflictos que impedirán su consecución.
La tercera parte, y la última, continúa el camino de la trama planteada en la confrontación, pero según va transcurriendo esta parte se va abriendo camino al cierre en el que se dará solución al objetivo final de la historia.
También contamos con la estructura no lineal.
Si queremos impactar en el espectador con giros inesperados, también debemos contar con la estructura no lineal, ya que nos va a permitir romper con el progreso tradicional de la historia y construir nuevas formas de sorprender. La estructura no lineal en un guion literario es una herramienta poderosa para estimular la creatividad y el juego que el espectador se sienta en una experiencia memorable. En esta estructura, el escritor juega con el tiempo y va presentando eventos de manera no secuencial. Algunos ejemplos de estas herramientas son los flashbacks o flashforwards. Este salto secuencial consiste en presentar eventos del pasado o futuro mostrando diferentes perspectivas de forma estratégica, generando la atención del espectador. Al incorporar estas líneas temporales conseguimos entrelazarlas de forma que se revelen conexiones entre los personajes de forma ingeniosa que, además, podrá añadir profundidad a los personajes e información gradualmente.
Los escritores al aplicar esta estructura tienen mayor libertad de jugar y experimentar su creación. De esta forma, la audiencia participará activamente en la construcción de la historia, ya que deberá descifrar relaciones que se encontrará en diferentes partes de la narrativa.
Sin embargo, es importante que la no linealidad se utilice de manera coherente y significativa, y no excedernos para evitar confusiones innecesarias. La estructura al fin y al cabo sirve al propósito narrativo de la historia.
Técnicas avanzadas para guiones impactantes
A la hora de saber cómo hacer un guion literario que sea impactante, también debemos tener en cuenta técnicas que nos pueden ayudar a que se despierten las emociones en el espectador, sorprendan y mantengan a este activo durante toda la historia.
Hacer un guion literario es un arte que no implica únicamente seguir una fórmula, sino poder jugar también con ella: desafiar las convenciones, creatividad para construir mundos complejos y habilidad para conectar emocionalmente con la audiencia. Es decir, romper con lo convencional y aportar experiencias nuevas.
Algunas de estas técnicas pueden ser:
El uso de la estructura no lineal ayuda a romper con la estructura tradicional y, con ello, adquirir una herramienta poderosa para conseguir que el espectador esté atento y consigamos mantener en vilo. Saltar en el tiempo de forma no secuencial crea enigma en la audiencia que le mantendrá alerta.
Crear diálogos impactantes que permitan descubrir la profundidad de los personajes, es decir, que puedan sugerir más de lo que se dice realmente, de forma que dejen espacio para la interpretación del espectador. Generar cierta complejidad en el diálogo puede resultar atractivo. Estos diálogos son la columna vertebral de cualquier guion literario.
En cierta manera, estos diálogos cautivadores, acompañados de unos giros inesperados, es lo que más llama la atención de la trama. Romper con aquello con lo que están acostumbrados los espectadores y sorprenderles generando un impacto emocional.
En cuarto lugar, ayúdate de la creación de personajes tridimensionales. ¿Cómo podemos contribuir a ello? Dándoles motivaciones, conflictos internos y dilemas morales. Como decíamos, utilizando la complejidad a lo largo de su evolución en la historia mostrándoles ante desafíos que los vayan transformando. El público se conecta con personajes complejos y se involucra emocionalmente en sus viajes.
Utiliza el simbolismo a través de formas reales, objetivos simples o incluso metáforas visuales. Esto, además, puede ayudar a la comprensión de la historia y causar un enlace más fuerte entre la conexión emocional y la trama.
Crear un ritmo estratégico a través de pausas. Este aspecto es primordial para crear tensión y emoción. Esto no solo se consigue a través de momentos de silencio, también podemos ayudarnos de cambios en el tono cambiando la intensidad de la narración, destacando así los momentos claves.
¿Has pensado en utilizar la ambigüedad? Esta puede invitar en muchos momentos a la reflexión y la discusión del espectador. Puede dar mucho juego y conseguir conectar con la audiencia generando esa intriga en la que se deja espacio a la interpretación y que la historia termine en función de su imaginación.
El ritmo del relato: Manteniendo la tensión y el interés
Como comentábamos en el punto anterior, el ritmo narrativo es lo que da vida a un guion literario Se podría definir como la pulsación que va a mantener al espectador atento en todo momento.
Con el ritmo del relato nos podemos referir a las pausas estratégicas por medio de las respiraciones profundas de la narrativa. Puede intensificar la tensión en los puntos más importantes ante un giro o incluso dar lugar a que el espectador pueda reflexionar por lo ocurrido.
Para controlar este ritmo podemos utilizar los diálogos dinámicos, rápidos y ágiles para acelerar la narrativa, o podemos optar por diálogos más pausados que proporcionen un respiro.
Las escenas de acción coreografiadas. Estas utilizan frases cortas, verbos fuertes y eliminación de detalles que no forman parte de ningún aspecto necesario. De esta manera, podemos dar lugar a alternar momentos de alta y baja intensidad. Construye la tensión lentamente antes de un clímax y permite momentos de respiro después de momentos impactantes.
Por eso, para poder variar en el ritmo, tenemos que jugar con la estructura de la narrativa a nuestro favor, rompiendo la linealidad e introduciendo giros estratégicos.
Tramas secundarias: Tejiendo complejidad en tu narrativa
Si queremos que nuestra narrativa tenga cierta complejidad, debemos servirnos de tramas secundarias que den profundidad a la historia principal. Estas dan la oportunidad al espectador de explorar mundos ficticios, porque, además, podría dar lugar a la aparición de personajes secundarios que llevarán a cabo desafíos complementarios. Un ejemplo de ello podría ser involucrando a personajes secundarios en sus propios desafíos que se entrelazan con la historia principal.
Estas subtramas, además, permiten construir el mundo y la creación de escenarios que dan vida al entorno en el que se desarrolla la historia. Actúan en ocasiones como espejos de la trama principal, ya que, al darse la creación de otros escenarios, proporcionan perspectivas alternativas. Pueden ayudar al espectador a contextualizar la trama principal al proporcionar información adicional a través de antecedentes históricos, políticos o culturales.
En definitiva, estas tramas secundarias son herramientas valiosas que permiten envolver al espectador en la trama y permiten enriquecer la narrativa.
El proceso de revisión: Pulir tu guion a la perfección
Ya tenemos todo el guión montado y toca la parte esencial en este proceso. Para saber cómo escribir un guion literario también debemos tener en cuenta el proceso de revisión en el que el guionista, finalmente, debe pulir todo el texto hasta alcanzar la perfección de su proyecto.
Para ello, podríamos dividir en tres partes el proceso:
En primer lugar, analizamos la globalidad del texto, es decir, la coherencia y el flujo general de la historia. ¿A qué nos referimos? A la estructura. Con el objetivo de analizar en profundidad su progresión lógica y la adecuada presentación de los personajes.
En segundo lugar, debemos tener en cuenta los detalles haciendo referencia a los personajes. Para ello, la consistencia de estos, las acciones, las motivaciones de cada uno están claramente definidos a lo largo de la historia.
El texto debe ser auténtico y efectivo. Además, no nos podemos olvidar de poner especial atención a la elección de las palabras, la claridad y analizar el ritmo que hemos ido marcando.
La tercera fase y la última nos vamos a enfocar en afinar el estilo y la voz. Con ello, prestamos especial atención a las expresiones artísticas, eliminando aquello de lo que no estamos convencidos o incluso si se presentan redundancias. Estas expresiones artísticas hacen referencia, en parte, a las descripciones de los escenarios y de las emociones en las que se debe reflejar con autenticidad la visión que quiere transmitir el escritor.
La síntesis y la calidad del lenguaje también entra dentro de esta fase: corregir errores gramaticales y ortográficos para que se presente de manera profesional.
Un aspecto muy importante en esta fase de revisión es que también es conveniente que el escritor reciba retroalimentación del exterior que aportan otras perspectivas que potencien la calidad final de la obra.
Recibiendo y aplicando feedback constructivo
Entramos en profundidad en esta última parte comentada. Lo primero de todo, el escritor debe contar con una mente abierta y receptiva, que permita comprender los errores constructivos que le transmiten las fuentes externas. El único fin de esto es generar un texto de calidad. Las críticas útiles son aspectos muy importantes si queremos que nuestra obra tenga éxito, se fortalecerá la narrativa.
El escritor al compartir su texto con personas externas va a poder comprobar las diferentes perspectivas que puede adoptar y eso le hará ver si le funciona o no. Por eso, deberá aplicar los errores constructivos que se le vayan comunicando. Al verlo por personas ajenas a la obra, estos nos transmiten una visión objetiva en el que se perciban los puntos débiles.
En definitiva, es necesario revisar y ajustar el guion varias veces, teniendo en cuenta diferentes opiniones en las que se contribuya a una narrativa pulida. Que el escritor cuente con enfoque colaborativo, además de elevar la calidad del trabajo, también fomenta el crecimiento y desarrollo del escritor, permitiéndole perfeccionar su visión y escritura a medida que incorpora diferentes perspectivas en la creación de una obra final más impactante. Esto le ayudará también a aplicarlo en posteriores guiones que elabore.
Herramientas y recursos para escritores de guiones en The Core School
En The Core School estamos especializados en este tipo de formación para que los estudiantes aprendan a aplicar todos los aspectos en los que el espectador se emocione y se transporte a mundos nuevos. Nuestro objetivo es que expriman al máximo la creatividad todos aquellos apasionados de la escritura. Para ello, contamos con el grado en escritura creativa.
La magia de la escritura permite hacer realidad los sueños, pensamientos e imaginación de un escritor. A través de nuestras asignaturas conseguimos que el estudiante profundice en todas las herramientas que le permitan construir un buen texto. Además, incluso se utilizarán las nuevas tecnologías aplicadas a la creación narrativa como Toontastic 3D, Kodu GameLab, Scratch o Shadow Story.
Además, este grado no solo está creado para aplicarlo a la narrativa, sino también para el diseño de videojuegos o novela gráfica.
En The Core School damos la oportunidad de formarse en el mayor hub de producción audiovisual de la UE con recursos profesionales. Si quieres convertirte en un escritor o director talentoso, nosotros te damos todas las herramientas necesarias para descubrir cómo hacer un guion literario que tenga éxito.